lunes, 30 de agosto de 2010

Agosto y Gatita

Sabiendo que somos solamente,
las sombras vacilantes que proyecta una vela,
en este eco que oirás
20 años más tarde.
M Atwood.


Final de agosto y tú mi pequeña rana
mudando tu pelo salvaje
tibia caracola blanca
acurrucada a mis pies

Me quedo con el oido pegado
a tu vientre marino
lleno de viento y gorgeos

Demasiada confusión para tí
que aguantas los ataques de adoración
y los retos maternales

¿Son tus ojos, lo único que puedo desear ver
en el medio de tantas cosas que ya no quiero ver
Y no obstante no puedo dejar de mirar?

Contigo vuelvo a ser esa niña
llevandote de un lado a otro
cepillando tu pelo
acariciando y rascando a la vez
tu lomo tibio
y soy la adulta que te conoció de adulta


escondamonos entonces,
que nadie se espante.

No hay comentarios: