Sabiendo que somos solamente,
las sombras vacilantes que proyecta una vela,
en este eco que oirás
20 años más tarde.
M Atwood.
las sombras vacilantes que proyecta una vela,
en este eco que oirás
20 años más tarde.
M Atwood.
Final de agosto y tú mi pequeña rana
mudando tu pelo salvaje
tibia caracola blanca
acurrucada a mis pies
Me quedo con el oido pegado
a tu vientre marino
lleno de viento y gorgeos
Demasiada confusión para tí
que aguantas los ataques de adoración
y los retos maternales
¿Son tus ojos, lo único que puedo desear ver
en el medio de tantas cosas que ya no quiero ver
Y no obstante no puedo dejar de mirar?
Contigo vuelvo a ser esa niña
llevandote de un lado a otro
cepillando tu pelo
acariciando y rascando a la vez
tu lomo tibio
y soy la adulta que te conoció de adulta
escondamonos entonces,
que nadie se espante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario