martes, 22 de junio de 2010

Temblar

Oh triste bodhidarma tenías razón ; todo lo que amamos desaparece.
J Kerouac


Maldita
con el cuerpo hundido en la camilla
en un rincón -penitente-
alguien te llamó por tu nombre
pero tardaste en enterarte
como si no quisieras
la cara se te hinchó de tanto llanto
no hay nadie en la silla del acompañante
nadie en la calle
nadie
en el dia
nocturno
se abre a tí brillante y breve
como relámpago
tiritas de miedo
penitente

3 comentarios:

Butterfly dijo...

Y nuevamente te abres, bajo el mismo mar, brillante y breve...
Lo celebro, colega.

ojos de suri dijo...

Me fascinó lo de tiritas de miedo.
Y pesado duro sobrio :nadie en la silla del acompañante.

Cada vez me maravilla más tu poesía.Llena de imágenes fuertes.
Besos.

Anónimo dijo...

espeluznante...las tiritas de miedo, muy oscuro por cierto..