Te atrapé la noche que llorabas mientras dormias.
Te atrapé el corazón que latía exajerado. Tenía la forma de mi mano.
Hice un hueco con mi lugar de la cama y mi cuerpo para que te metieras, y así te mecí hasta que te calmaste. No, no sentí maternidad. Me quede anudada a pedazos de carne caliente, con el cuello empapado, mientras sentia tu cuerpo temblar y sudar.
Ahora mismo no tengo ganas de otra historia. Volvería a salvarte. Alguien me preguntó,
Como volver a un primer beso? No, no lo se. Prefiero dejar de elegir por un rato.
No siento maternidad, siento un placer denso como nubes bajas. Me envuelve, una exquisita confusión . Me deslizo hacia a ella distraidamente. Te puedes volver a agarrar de mi cuerpo si lees mis poemas y te entristeces. O puedes soltarte definitivamente en tu sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario